Adiós a la doble H

Maldita calefacción de gas

Aprovecho mi viaje en el Canfranero para escribir estas líneas de despedida. Despedida de Huesca y del Heraldo de Aragón, dos agentes importantes en los dos últimos años de mi vida.

Ha sido mucho tiempo, pero todo llega a su fin. Necesitaba un cambio. Quería regresar a Zaragoza. Quizá si no me hubiera tocado lidiar con la crisis todo hubiera sido muy diferente. Pero me planté en pleno mercado laboral en la vorágine de la caída de los mercados y del desempleo, el año 2008, y desde entonces todo ha ido a peor en todos los sectores. Tiempos malos en lo laboral que he intentado llevar lo mejor posible. Mucho trabajo y poco dinero, pero una buena experiencia.

He conocido a gente muy valida, a la que admiro y con quien me gustaría volver a trabajar en un futuro. Me he relacionado con personas muy diferentes a  las que normalmente estaba acostumbrada. Nuevos puntos de vista que, aunque opuestos,  me han hecho sentirme bien.

Lo más complicado ha sido acostumbrarme a la tirria de Huesca hacia los de Zaragoza ( y a la falta de tiendas con pollos al ast). Es algo que no entiendo, ni entenderé nunca. Que yo sepa no robamos niños, ni escupimos en sus cafés, pero bueno. También he de decir que esa tirria es superficial porque en el momento en que te conocen ya no eres el odiado vecino, sino un amigo más, o por lo menos eso me han hecho sentir muchas de las personas que he conocido. Me han acogido estupendamente y se lo agradezco en el alma.

Recordaré con mucho cariño los dos años que he subido a cubrir la Quebrantahuesos, los partidos del Huesca en El Alcoraz y el frío que hacía., el sufrimiento con el Obearagón las dos primeras temporadas y la satisfacción de ver cómo en el último año por fin hacen algo bueno. El Bádminton Huesca con sus ‘play off’ y su Gran Premio Ciudad de Huesca. Los Juegos Tradicionales Aragoneses, el Emma Cajal y el Alós, el Gran Premio Ciudad de Huesca de Ciclismo y los mil y un deportistas de esta provincia que tienen mucho que decir. También, mención especial guardo al Peñas, club que me hizo pasar una temporada increíble en el 2009/2010, cuando los cubría. También recordaré, las maquetas, Infópolis, Talleres…. Y a los corresponsales, a quienes a algunos solo conozco de la voz del teléfono, pero que para mí también han formado parte de la redacción. Echaré de menos a la redacción física y a todos sus componentes.. Los fines de semana con Patricia, mano a mano. A Javier Blasco y Rafa Gobantes, nuestros fotógrafos. A la parte del periódico que no es redacción….

Es tiempo de respirar, hacer mudanza y retomar la vida que dejé cuando marché de Zaragoza. Y todo comenzará el 1 de enero de 2011.

Muchas gracias a todos los que me habéis acogido en vuestro grupo como una más, os habéis preocupado por mí y me habéis hecho pasar muy buenos momentos. Huelga decir que ya sabéis donde tenéis casa.

Aprovecho mi viaje en el Canfranero para escribir estas líneas de despedida. Despedida de Huesca y del Heraldo de Aragón, dos agentes importantes en los dos últimos años de mi vida.

Ha sido mucho tiempo, pero todo llega a su fin. Necesitaba un cambio. Quería regresar a Zaragoza. Quizá si no me hubiera tocado lidiar con la crisis todo hubiera sido muy diferente. Pero me planté en pleno mercado laboral en la vorágine de la caída de los mercados y del desempleo, el año 2008, y desde entonces todo ha ido a peor en todos los sectores. Tiempos malos en lo laboral que he intentado llevar lo mejor posible. Mucho trabajo y poco dinero, pero una buena experiencia.

He conocido a gente muy valida, a la que admiro y con quien me gustaría volver a trabajar en un futuro. Me he relacionado con personas muy diferentes a  las que normalmente estaba acostumbrada. Nuevos puntos de vista que, aunque opuestos,  me han hecho sentirme bien.

Lo más complicado ha sido acostumbrarme a la tirria de Huesca hacia los de Zaragoza ( y a la falta de tiendas con pollos al ast). Es algo que no entiendo, ni entenderé nunca. Que yo sepa no robamos niños, ni escupimos en sus cafés, pero bueno. También he de decir que esa tirria es superficial porque en el momento en que te conocen ya no eres el odiado vecino, sino un amigo más, o por lo menos eso me han hecho sentir muchas de las personas que he conocido. Me han acogido estupendamente y se lo agradezco en el alma.

Recordaré con mucho cariño los dos años que he subido a cubrir la Quebrantahuesos, los partidos del Huesca en El Alcoraz y el frío que hacía., el sufrimiento con el Obearagón las dos primeras temporadas y la satisfacción de ver cómo en el último año por fin hacen algo bueno. El Bádminton Huesca con sus ‘play off’ y su Gran Premio Ciudad de Huesca. Los Juegos Tradicionales Aragoneses, el Emma Cajal y el Alós, el Gran Premio Ciudad de Huesca de Ciclismo y los mil y un deportistas de esta provincia que tienen mucho que decir. También, mención especial guardo al Peñas, club que me hizo pasar una temporada increíble en el 2009/2010, cuando los cubría. También recordaré, las maquetas, Infópolis, Talleres…. Y a los corresponsales, a quienes a algunos solo conozco de la voz del teléfono, pero que para mí también han formado parte de la redacción. Echaré de menos a la redacción física y a todos sus componentes.. Los fines de semana con Patricia, mano a mano. A Javier Blasco y Rafa Gobantes, nuestros fotógrafos. A la parte del periódico que no es redacción….

Es tiempo de respirar, hacer mudanza y retomar la vida que dejé cuando marché de Zaragoza. Y todo comenzará el 1 de enero de 2011.

Muchas gracias a todos los que me habéis acogido en vuestro grupo como una más, os habéis preocupado por mí y me habéis hecho pasar muy buenos momentos. Huelga decir que ya sabéis donde tenéis casa.

Comments
4 Responses to “Adiós a la doble H”
  1. Manzaniano dice:

    Mucha suerte en tu nueva etapa, Bea. Y respecto a lo de la tirria hacia los de Zaragoza, están a punto de contarlo en «El fondo norte de Crackovia». Al final será por alguna tontada.
    Bienvenida de nuevo, pues, a esta tu ciudad.

  2. Bea dice:

    Yuhu! Enhorabuena amor. Te veo pronto 🙂

  3. Jara dice:

    Buen tren para regresar, si señora, muy melancólico…Me alegro de haberte conocido y, aunque hemos compartido muy poco tiempo juntas, me queda un buen recuerdo y espero que nos vengas a visitar a menudo.
    Y, tengo que confesarlo, soy un bicho raro, pero aprecio a los de Zaragoza

  4. Jesús dice:

    Yo te diré el por qué de esa «tirria». Todo viene de cuando los coches llevaban matrículas provinciales.
    A mi me ha tocado el sacrificio de vivir en Zaragoza con un coche matrícula HU. No podía sacar ni el intermitente sin que me pitaran. Cuando cambié el coche y ya fue matrícula Z, ni un pitazo más, aún haciendo verdaderas burradas en la conducción.
    ¿Si antes conducía mejor, por qué me pitaban?
    Si las matrículas hubieran sido siempre como las actuales, esta tirria nunca jamás hubiera existido.
    Salud.

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